jueves, 3 de diciembre de 2015

Reseña: Donde los árboles cantan



FICHA TÉCNICA:

Título: Donde los árboles cantan
Autor: Laura Gallego
Editorial: SM
Páginas: 477
Precio: 17'95



SINOPSIS: 

Viana, la única hija del duque de Rocagrís, está prometida al joven Robian de Castelmar desde que ambos eran niños. Los dos se aman y se casarán en primavera. Sin embargo, durante los festejos del solsticio de invierno, un arisco montaraz advierte al rey de Nortia y a sus caballeros de la amenaza de los bárbaros de las estepas... y tanto Robian como el duque se ven obligados a marchar a la guerra. En tales circunstancias, una doncella como Viana no puede hacer otra cosa que esperar su regreso... y, tal vez, prestar atención a las leyendas que se cuentan sobre el Gran Bosque... el lugar donde los árboles cantan.


OPINIÓN PERSONAL:

 

La historia comienza en las celebraciones del solsticio de invierno en el castillo de Nortia a la que Viana, una joven doncella, asiste con su padre el duque Corven de Rocagrís todos los años para participar del banquete, la danza y las justas celebradas con motivo de la conmemoración del aniversario de la coronación del rey Radis de Nortia. Sin embargo, las festividades se verán amargamente interrumpidas por la llegada de Lobo, un montaraz que les advierte de un inminente ataque de los bárbaros de las estepas y, aunque al principio todos lo toman por loco, no pueden obviar la realidad y todos los caballeros, incluidos el padre de Viana y su joven prometido, Robian, han de partir inmediatamente para defender a Nortia de la invasión bárbara. Mientras tanto, Viana y todas la doncellas de Nortia aguardarán la llegada triunfal del ejército nortiano, una llegada que no ocurrirá ya que los bárbaros han ganado la batalla y regresan dispuestos a gobernar toda Nortia, haciendo llamar a las doncellas al antiguo castillo del Rey Radis para casarlas con los nuevos gobernantes bárbaros.
Y así la vida que siempre soñó Viana se difuminará como el aire ante sus ojos, viendo cómo un Rey bárbaro la obliga a casarse con uno de los jefes de sus clanes. Pero Viana no se rendirá, y con la ayuda de personas fieles a ella y el legado de su padre, se opondrá a los bárbaros y luchará por recuperar lo que por derecho le pertenece a ella y a todos los nortianos.
Me ha gustado todo de Viana, no podría despreciarla. Pese a ser una doncella educada, dulce y que poco sabe de la lucha y la guerra, con el tiempo, y gracias a los acontecimientos, se transformará en una muchacha fuerte, segura, valiente y cabezota, sobre todo cabezota, que no cesará en la idea de ser libre y acabar con el dolor de su pueblo bajo la opresión de los bárbaros. Su iniciativa y cabezonería la llevarán a tomar decisiones impulsivas y motivadas por su gran afán de vengar a los suyos, pero no siempre todo saldrá bien y, en más de una ocasión, alguien saldrá mal parado por culpa de sus planes.


Lobo es otro personaje que me ha maravillado.  Lobo es el fuerte apoyo de Viana, su maestro y guía tras la invasión bárbara, aquel que le enseña a defendense, a cazar y a valerse por sí sola. Pero sobre todo acaba convirtiéndose en su protector, como un padre para ella que insistirá una y otra vez en inculcarle prudencia en sus actos, sin éxito.


Uri es un personaje maravilloso. Viana lo encuentra moribundo en la orilla del río sin ningún recuerdo de sí mismo, sin saber hablar, ni siquiera sabe cómo comer o caminar. Además, su físico tan peculiar: piel moteada y pelo verde que con el brillo del sol adquiere un tono más cobrizo, nos hará preguntarnos constantemente sobre su auténtica procedencia.


En cuanto al romance me resultó muy tierno, sin ser pesado ni asfixiante.


El epílogo de la novela es simplemente precioso, emotivo y mágico. 



CITAS:  
Emocionada porque sentía que, por primera vez, iba a tomar las riendas de su destino, a ser la protagonista de su propia historia, Viana emprendió el viaje hacia el corazón del bosque. No tenía plano, ni más indicaciones que las que le había dado Oki en su relato. No tenía claro hacia dónde debía dirigirse, pero confiaba en que, cuando llegara allí, lo sabría.
Porque los árboles estarían cantando.”


“¿Te he contado alguna vez cómo perdí la oreja izquierda? Fue en una batalla de la que no me retiré a tiempo. Nos rodeaban por todas partes y el rey ordenó que retrocedieramos, pero yo pensé que aún podía llevarme por delante a un par de enemigos más… y me cortaron la retirada. Salí vivo de milagro, pero con una oreja menos. Ese día aprendí dos cosas: que un guerrero demasiado soberbio es un guerrero muerto y que no todos los reyes son tan zoquetes como aparentan.”

 

 NOTA:


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